He tenido la suerte de realizar fotografías en los lugares menos pensados. Especialmente porque uno siempre asocia a que las sesiones prebodas tienen que ser románticas, rodeados de espacios verdes y lindos.
Lo cierto es que desde hace un tiempo he optado por pedirle a cada pareja que me lleve al lugar donde ellos consideran que los identifique. Mas allá de los estereotipos, cada pareja es un mundo y en el caso de Nati y Fabian, nos fuimos a tomar fotos a la Vega, en donde ellos se sienten identificados y fue parte crucial dentro de sus primeras salidas y paseos de pololeo.
En esta sesión nos acompañaron los tremendos de Estudio 100 para realizar uno de los lovestories que para mi, ha sido de los mejores que les he visto 🙂